Noticias de medios de empresas de Miranda en Septiembre 2024

La elaboración ha evolucionado con el paso de los siglos hasta ser considerado un manjar y uno de los platos tradicionales de la cocina española. En Casa Mima, es sin duda la estrella del menú. «Lo hemos refinado mucho para que no sea tan pesado», asegura Osorio, quien haciendo gala del nombre de su restaurante, pone el máximo cariño en la elaboración de una receta que ha ido perfeccionando con la práctica y que está considerada una de las diez mejores del mundo. El próximo fin de semana participará de la final del mundial en San Sebastián, una cita a la que irán cocineros de diferentes rincones del mundo, porque con nombres como mondongo, guatita o misquhe, los callos se comen en muchos países.

¿Puede un plato asociado siempre a mesas humildes llegar a ser considerado alta cocina? «Sí, como cualquier producto bien tratado. La alta cocina en los últimos tiempos está cambiando y la innovación apunta a dar otro enfoque a los platos tradicionales», apunta el cocinero mirandés, que desde que era un aprendiz entre los fogones, siempre tuvo especial predilección por los callos. Como comensal, siempre los pide cuando va a otros restaurantes «aunque sepa que estoy lleno y no voy a poder acabarlos». Como profesional, «es posiblemente el plato que más me gusta cocinar porque tiene mucha preparación».

Los que sirve en su local, donde Osorio forma un tándem perfecto con Rocío Oñez, tienen cuatro días de trabajo detrás. Hasta que llegan a la mesa del cliente, los callos han pasado por un largo proceso de limpieza, hervido, escaldado, repaso para quitar la grasa y preparación de salsas. «No es un plato fácil ni rápido, por eso me gusta, aunque admito que cuando se me acaban y tengo que empezar de nuevo me da un poco de pereza», admite Osorio.

La participación de Casa Mima en el mundial de callos es un reconocimiento a miles de horas de pruebas. Osorio empezó a cocinar con 17 años y «siempre he tratado de entender la casquería y darle mi toque. Creo que con los callos he llegado a la receta casi perfecta para mi gusto». No es el único que lo piensa. Un cliente le pidió una vez que le enviara unas raciones a Oviedo. No explicó muy bien para que las quería, pero Osorio accedió. Aquel misterioso comensal era una de las personas cercanas al organizador del mundial de callos y creía que los de Casa Mima tenían que estar en esa cita. «No es un concurso habitual porque no te apuntas, sino que te eligen ellos, lo que le otorga más valor. De hecho, algunas veces había tratado de buscar información o unas bases para contactar, pero no había conseguido nada», explica el cocinero mirandés, que ha dado muchas vueltas a la posibilidad de cambiar la receta del concurso pero lo ha descartado. «Si nos han seleccionado, es porque quieren que los hagamos así y no hay que volverse loco», sentencia.

Pese a lo altamente confidencial del contrato que víncula a Lilium con Aciturri, que encomienda a la compañia mirandesa el desarrollo y puesta a punto de los procesos de fabricación, así como de los medios industriales necesarios, del fuselaje del avión eléctrico, ELCORREO ha podido saber que está previsto que el primer aeorplano pueda volar muy pronto.

«Vamos a construir siete aviones para nuestras pruebas de vuelo, seis de ellos van a volar y uno es para pruebas en tierra. Actualmente, tenemos dos aviones en nuestra línea de montaje final, pronto llegará un tercero. Estamos planeando nuestro primer vuelo pilotado para principios de 2025», informan desde las instalaciones de Lilium en Wessling, a las afueras de Munich.

El proyecto ha requerido la involucración de un equipo de más de 100 profesionales de Aciturri, además de una extensa cadena de suministro que para el primer avión ha superado los 30 proveedores. A la vista de las noticias llegadas desde Alemania, Aciturri ya ha entregadomás unidades de fueselaje, al mismo tiempo que desarrolla las actividades necesarias para dar soporte a la firma alemana en el proceso de certificación de este avión, también previsto para 2025.

«Este es un momento especialmente relevante en el proyecto porque la capacidad de Aciturri de desarrollar, industrializar y fabricar el fuselaje completo abre la puerta a iniciar el primer vuelo y su posterior certificación con EASA (Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea)», apuntan desde la firma mirandesa-

En esta línea, reiteran que «Aciturri ha continuado entregando unidades a demanda del cliente y desarrollando las actividades necesarias para dar soporte a la firma alemana en el proceso de certificación de este avión. Sobre las unidades entregadas, no tenemos posibilidad de dar información, pero no hay duda de que cada unidad necesita un fuselaje y Aciturri es proveedor único de este conjunto».

Las matemáticas no engañan y, tal y como ha confirmado Lilium, serán tres los aviones en producción antes de finalizar el presente curso, por lo que Aciturri entregará el mismo número de elementos estructurales del avión.

Cabe recordar que ambas plantas de Aciturri trabajan conjuntamente en el desarrollo industrial del ‘Uber del aire’, «en lo relacionado con los componentes metálicos», mientras que la factoría de Tres Cantos (Madrid)se hace cargo de la ingeniería y la de Boecillo, en Valladolid, trabaja en los materiales compuestos del aeroplano. El Lilium Jet es una aeronave con capacidad para 6 pasajeros, despega de manera horizontal y tiene como fin revolucionar los transportes aéreos a nivel económico.

Por último, los tiempos de diseño, fabricación y entrega están recogidos en el acuerdo firmado por ambas partes. Así, ELCORREO ya avanzó en mayo de 2023 que la compañía mirandesa se comprometio a entregar piezas para un total de 2.170 aviones eléctricos. De hecho, la producción irá progresivamente en aumento en la fase 1, en la que se dará forma a las alas y el fuselaje de 1.050 aeroplanos; y se completará con las 1.020 unidades restantes en el último año de contrato. «El contrato fija 2027 de plazo máximo, pero el proyecto va más lento y se alargará», explican fuentes cercanas a la eronáutica.

A nivel económico, la firma mirandesa construirá y montará los 2.170 transportes aéreos por un precio aproximado de 310.000 euros unidad (187.000 euros para la producción del fuselaje y 123.000 euros para las alas), un monto en el que se incluyen otros conceptos como el embalaje y el transporte de los materiales, entre otros.Lilium Jet ya es una realidad y, en los próximos meses, está previsto el pilotaje de la primera unidad.

Aspecto en el que se incide de manera especial desde FAE Burgos, cuya Oficina Acelera Pyme, puesta en marcha hace tres años, ha gestionado desde entonces la mejora tecnológica de 162 empresas mirandesas a través de la solicitud de las ayudas del Kit Digital.

Ayudas que, en el caso de Miranda, se han materializado en el reparto de unos 710.000 euros, en cuantías que han oscilado entre los 3.000 y los 12.000 euros, que son los importe máximos en función del tamaño de la empresa y que son a los que han optado y utilizado el 65% de las benefactoras, según los datos que manera la entidad empresarial.

Se trata de un dinero procedente de las subvenciones creadas por el Gobierno central con el apoyo de fondos europeos y que le han permitido disponer a la provincia de 14,2 millones para avanzar en ese proceso de digitalización en el que la secretaria de la FAE, Emiliana Molero, es consciente de que aún queda mucho por hacer, si se tiene en cuenta que las firmas a las que han apoyado en la ciudad representan apenas el 5% de las que están dadas de alta.

«Todavía tenemos un largo recorrido y ademas la oportunidad de aprovechar las convocatorias de subvenciones que están abiertas. Una, la genérica, finaliza este año en diciembre, pero la dirigida a los autónomos está abierta hasta octubre de 2025».

Y es que Molero cree que los negocios, aunque sean pequeños o micropymes, tienen que ser muy conscientes de que «la digitalización es imparable. Así que hay que prepararse. Eso de decir que no es para nosotros, que es para otros, no sirve».

Procesos y clientes

De momento, la mayoría de las empresas que han recibido la ayuda del Kit Digital la han destinado, principalmente, por los datos que maneja la Oficina Acelera Pyme, a «la configuración de su sitio web, a la implantación de un software para la gestión de procesos y para gestión de clientes. Son temas que están demandando todas con carácter general; además de el comercio electrónico y la gestión de redes sociales», detalló.

Si bien, no todas tienen el mismo punto de partida. Los grados de digitalización son muy dispares. Nada tiene que ver la implantación tecnológica de las empresas TIC y de las logísticas, cada vez más interesadas en tener controlado dónde están los paquetes o los contenedores en cada momento, que son las que están en los puestos de cabeza; con las de construcción y del sector primario, que «son las que están más atrasadas en la digitalización. Van más lentas».

También valora Molero el esfuerzo que ha hecho en los últimos años la hostelería. Cada vez son más los restaurantes en los que se puede reservar un mesa de manera telemática, ver la carta escaneando un QR o hacer pedidos para llevar a través de aplicaciones.

«Al pequeño negocio, al autónomo o una micropyme, donde una misma persona tiene que ser el director financiero, el director de recursos humanos, el director comercial, el director de todo… le tenemos que dar herramientas para que con la digitalización su gestión sea más sencilla y sea más competitiva», recalcaba.

Y es que de nada sirve hacer una inversión en digitalización si luego no hay un trabajo continuo de actualización y mantenimiento. «Éste es un proceso que cuando se inicia es imparable, por eso tenemos que ajustarnos siempre a nuestras necesidades y tener a una asesor o experto que nos apoye».

Apoyo que prestan desde FAE a través de la Oficina Acelera Pyme. De hecho, sus objetivos principales se centran en la sensibilización, orientación y asesoramiento tanto a pequeñas y medianas empresas, como a autónomos y emprendedores sobre las ventajas y metodologías innovadoras. Todo para optimizar su productividad, mediante la incorporación de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en sus procesos (gestión y administración, producción, logística, marketing digital, etc…), de modo que contribuya a la mejora de su productividad y competitividad.

Y para llevar adelante este proceso de digitalización, FAE Burgos cuenta como socio tecnológico con el Centro Tecnológico de Miranda de Ebro (CTME). Institución que se encarga, esencialmente, de los diagnósticos sobre madurez digital de diferentes negocios y de diseñar planes de mejora personalizados que les sirvan como hoja de ruta a seguir para mejorar y avanzar en su grado de digitalización.

Análisis y propuestas que ya se han hecho de 7 empresas locales. La ciudad acumula el 19% de los diagnósticos realizados por el CTME en colaboración con FAE. Para toda la provincia, hasta la fecha, se han realizado 37. Cifra a la que hay que sumar 10 tutorías de seguimiento del plan de digitalización que han pedido ya las firmas diagnosticadas.

Además, a través de la Oficina Acelera Pyme de la federación empresarial, casi 90 negocios con sede en Miranda han recibido asesoramiento personalizado para resolver dudas en materia de digitalización. Durante los tres años que lleva en marcha la oficina, que se lanzó en mayo 2021, se han atendido en torno 1.250 consultas de las cuáles un 7% tenían su origen en la ciudad.

Actividad a la que hay que sumar las acciones formativas presenciales impartidas, entre las que desde FAE destacaban el Pincho pote digital con un proveedor tecnológico, el desayuno digital realizado en el CTME y jornadas sobre herramientas TIC’s impartidas en la sede de FAE Miranda.

Fueron estos remeros, que por sorteo compitieron por una u otra empresa, los que lo dieron todo para conseguir que la dotación económica de los premios acabara cayendo en favor de las diferentes entidades sociales.

El mejor en la regata fue el palista representante de Alucoil Coating que había elegido a Giafys como entidad beneficiaria. La Fundación se llevó 2.400 euros y Koro Quevedo reconoció que «hoy venimos aquí a conocernos las asociaciones, a saber cuál es la realidad de unos y otros pero, sin duda conseguir esta ayuda supone un alegrón. Nos viene estupendamente, y estamos inmensamente agradecidos a todas las empresas que han pensado en nosotros».

Para Valkiria fueron los 1.400 euros que consiguió el segundo clasificado que remó por Autobuses Barredo. La presidenta de la asociación, Pilar González reconocía que «una ayuda como ésta es muy importante. Vivimos de subvenciones y de todo lo que nos va llegando, así que recibir esto es fantástico y más teniendo en cuenta que es gracias a una actividad que se hace en nuestro Ebro, por el que tenemos que luchar.

Al tercer peldaño del cajón se subió el piragüista del Antares que representó a Casa Mima, y los 1.000 euros que consiguió se destinaron a Asbem.

Arturo Goldáraz agradeció «que se hayan acordado de nosotros. La verdad es que siempre nos viene bien porque son muchos los gastos que tenemos al año. La actividad es muy bonita pues permite que nos conozcamos todos y nosotros estamos muy contentos porque nos hayan elegido».

La FAE  organizó la cita y su secretaria, Emiliana Molero apuntó que dado el auge que está adquiriendo esta cita habrá una cuarta edición. Y puso el acento en que desde la entidad empresarial quieren «potenciar el deporte y dar visibilidad a este magnífico elemento que tiene Miranda como es el Ebro».

Ponderó la gran participación de los mirandeses y el enorme tejido asociativo de la ciudad y apuntó que en citas como la de ayer las empresas dejaron ver «una labor que se hace día a día pero de manera callada. Las empresas son muy solidarias y una actividad como la de hoy lo evidencia». Se vio, y todo el mundo disfrutó con la iniciativa. De hecho ya se hablaba de la cuarta edición.

Entre los invitados a la cita de ayer estuvo el Ayuntamiento y fue la alcaldesa, Aitana Hernando, la que, tras agradecer que se abrieran las puertas de Hydro, apuntó que «es una empresa muy importante en nuestra ciudad». Puso sobre la mesa algunos datos que corroboraban su afirmación. «Es una empresa muy potente, no sólo en la parte empresarial, sino también por el número de trabajadores y trabajadoras y por ser líderes en seguridad y, por lo tanto una pieza fundamental de la actividad económica de Miranda».

Son alrededor de 200 los trabajadores que desarrollan su labor en Hydro y ayer hubo otras tantas personas participando en la jornada de puertas abiertas. Una cita en la que los familiares y amigos conocieron los pormenores del trabajo que se realiza en el interior de la fábrica. Y lo hicieron porque «gracias a que hoy no hay producción», comentó quien se encargó de ser el cicerone de la visita, se pudieron ver en detalle todos los rincones.

Unos espacios que se hicieron diáfanos para todos y que, conocidos al dedillo por los empleados, iban siendo descubiertos a medida que se avanzaba por los diferentes lugares en los que se realiza el proceso productivo que al final «y aunque aquí no se llegue a ver realmente, acaba en una ventana».

El paseo fue instructivo, sin duda, pero tuvo también su lado más íntimo para los visitantes. Se escuchaba a algunos decir «ahí es donde trabaja mamá» o «eso que está explicando es lo que hago» y lo que no tenía precio eran las caras de asombro, sobre todo de los más pequeños.

Y precisamente para ellos es para los que Hydro, que se dedica principalmente a la extrusión y lacado de perfiles de aluminio, preparó actividades lúdicas.

Se habló mucho en la visita de sostenibilidad y pensando en ella es por lo que se les ofreció la posibilidad de participar en una plantación de árboles.

La seguridad también es una cuestión prevalente en la empresa y tanto para los niños y niñas como para los mayores se contó con la presencia de los bomberos que impartieron un taller de seguridad.

Se formaron tres grupos y mientras uno hacía la visita los integrantes de los otros dos iban participando en las diferentes propuestas de ocio que se les planteaban como una sesión de risoterapia o talleres didácticos.

Hydro enseñó lo que hace, ese trabajo que convierte a la empresa en «pionera en la fabricación de aluminio con material reciclado de chatarra postconsumo. De esta manera se consigue una circularidad total en la vida del aluminio».

Dos demandas que, antes de recibir el visto bueno del servicio territorial de Industria de la Junta, van a tener que esperar, como mínimo, un mes. Ya que hoy se inicia un plazo de 30 días de exposición pública del proyecto para que aquellas entidades o personas afectadas puedan consultar los diferentes aspectos que conlleva la construcción de la planta y, en caso de que los haya, solicitar la rectificación de posibles errores en la relación de bienes afectados. Son alrededor de 80 parcelas que, en algunos casos, se van a ocupar de manera permanente y en otros, por un tiempo, mientras se lleva a cabo la construcción del proyecto.

Obras para las que aún no hay una fecha definida y sobre las que se prefiere no dar plazos una vez superadas las previsiones iniciales de los promotores que se habían marcado como objetivo poder empezar en el primer trimestre de este año; aunque ya en enero ponían la vista en los meses finales de 2024.

La planta se extenderá por 70 hectáreas, delimitadas con pantalla vegetal y permeables para permitir el paso de fauna, y va a suponer una inversión superior a los 15 millones de euros. Está previsto instalar 49.248 paneles repartidos en 8 subplantas, con un total de 912 seguidores solares para la producción de 26,5 megavatios. Las placas se repartirán en dos filas de 4,2 metros de ancho por 41 de largo y 4 de alto.

La evacuación de la electricidad hasta la subestación de Bayas se realizará a través de una línea con 7.460 metros subterráneos y 133 aéreos, para salvar el río Ebro. Inicialmente, el plazo marcado para la ejecución de la planta es de 12 meses.

Es importante que se incremente el número de participantes porque la cuantía de los tres premios que se reparten entre asociaciones sociales de la ciudad depende directamente de la cantidad que se recauda gracias a la cuota de inscripción.

Dado que en esta nueva edición, la Carrera Empresarial de Piraguas contará con la participación de 47 empresas el fondo de premios que se repartirá entre las tres primeras clasificadas y asciende a 4.800 euros.

Si hay que hablar de crecimiento entre las empresas participantes, también hay que poner el acento en que edición tras edición son más las entidades que optan a ser la beneficiarias del premio correspondiente a los galardones.

En 2023, los fondos recaudados fueron destinados a 11 asociaciones, mientras que este año el número de entidades beneficiarias ha aumentado a 17, que son Afami, Ampaf, Cruz Roja, Manos Unidas, Fundación Dravet, Donantes de Sangre, Aspodemi, Giafys, Cáritas, Aremi, Autismo Burgos, Asociación Española Contra el Cáncer, Asbem, Asayeme, Valkiria, Plataforma Mirandesa del Voluntariado y Amamanto. Todas estas asociaciones estarán presentes el día de la carrera para ofrecer información al público asistente.

A las once de la mañana, en el embarcadero del Club Piragüismo Antares se realizará el sorteo para «la asignación aleatoria de las empresas a las piraguas participantes y su orden de participación».

La primera de las regatas será a las once y media. Media hora después tomarán las salida los palistas de la segunda regata y los mejor clasificados de ambas serán los que a partir de la una volverán al río para buscar el triunfo y determinar por lo tanto quienes son las asociaciones que se benefician de los premios.

Además de la competición la cita de mañana tendrá actividades paralelas, como los paseos gratuitos por el Ebro en dos barcos dragón, o el taller sobre flora y fauna del río que ofrecerá Félix Martínez del colectivo Queremos Ríos Vivos.

De animar el ambiente se encargará la batukada BatuSkirla, y el Club Piragüismo Antares, en colaboración con la Asociación de Hostelería, instalará un bar para los asistentes.

De hecho, la posibilidad de hacer prácticas en una amplio abanico de trenes es uno de los grandes atractivos que tiene este centro formativo de Renfe para Juan Carlos Escribano, de 34 años, que se ha mudado desde Barcelona con su pareja –dedicada ahora a buscar un trabajo– para pasar, al menos un año en la ciudad. «Es como si fuera un Erasmus».

Aunque un poco más caro. Calcula que le va a salir por unos 30.000 euros. A los 21.500 del curso le tiene que sumar el alquiler, que ha pagado de golpe para todo el tiempo, porque no tener nómina lo complica todo. Pero tiene ahorros y se lo ha podido permitir. De hecho, se ha lanzado a intentarlo cuando ha contado con el dinero necesario para mantenerse los dos años que calcula que tardará en incorporarse a un empleo en el sector ferroviario.

Los trenes han sido una gran pasión para él desde niño, «me tiraba horas viendo pasar los Rodalíes»; pero para poder llegar hasta aquí con la cuantía necesario antes ha trabajado de camarero, mozo de almacén, en Logirail… Si bien, además de tener el dinero hace falta «atreverse, porque dejas un trabajo por estudiar. Tiene que compensar». Y el tiene claro que entrar en Renfe lo compensará, aunque para lograrlo antes tenga que superar el curso, el examen que da derecho al carnet de maquinista (al que tendrán que enfrentarse a finales de octubre de 2025, aproximadamente) y luego la OPE de Renfe.

Todo ello le añade presión, por el temor a no superar las fases;pero también motivación para estudiar. Es mucha la inversión y el esfuerzo; así que «una vez que acabe el curso hay que espabilar. A mí me gustaría entrar en Renfe, pero si hay que estar un tiempo en la privada, no pasa nada».

Y más en su caso, que no consiguió una de las 28 plazas que se ofertaban en Barcelona y que le hubieran ahorrado el coste de vivir en la ciudad. Una opción que eligió frente a Bilbao, donde también pudo ir y que descartó por el mayor coste de la vida en la capital vizcaína.

Además, también le motivó que en Miranda va a poder hacer probar con diferente material. «Aquí tocas de todo. Tienes media distancia, larga distancia, AVE en Burgos, mercancías… En Barcelona sólo es con cercanías y si quieres aprender un poco de todos aquí hay más variedad; así que he pedido hacer las prácticas aquí».

Es algo que no se ha tenido que plantear Daniel Fuentes. Es de Miranda, así que en su caso estar en casa era la mejor opción para hacer algo que siempre le ha apasionado. De hecho, si no se ha presentado antes es porque no podía.

Acaba de cumplir 20 años, la edad mínima para acceder a la escuela de Renfe en estos momentos; así que antes se fue a FP y se sacó un grado medio en Mantenimiento y uno superior en Mecatrónica. Había que aprovechar el tiempo hasta alcanzar la edad y se decantó por una formación técnica que confía en que le ayude a conseguir su sueño de ponerse a los mandos de un tren.

«Es algo que me gusta desde pequeño, cuando me llevaba mi abuelo a la estación; y hasta ahora, que voy a ser maquinista», aseveró con confianza. Lo tiene claro. «Desde niño quería conducir y aquí estoy». Si luego acaba en Renfe o en otra empresa privada es algo que ahora le da igual, siempre y cuando pueda trabajar subido a una locomotora.

Así que tener que dedicar muchas horas al estudio después de las clases no lo ve como un problema. Además, es algo que ya tenía claro antes de empezar y de recibir ayer el temario porque un amigo suyo ya pasó por la escuela en la promoción anterior.

Nada que ver con la situación de Isabel Godoy, una de las dos alumnas del curso. Para ella todo es nuevo. Su formación previa está en la rama sanitaria y para adentrarse en el mundo ferroviario se ha desplazado a Miranda desde Jaén; aunque sí tiene tradición familiar ferroviaria. De hecho, es su padre quien la ha animado a subirse al tren y lo ha hecho. En parte motivada porque cree que «el salario vale la pena» si entra en Renfe, que es su objetivo. Ella se ve conduciendo trenes en el futuro y aunque le daría igual un tipo que otro, reconoce que le gustaría más llevar pasajeros y que cada vez sean más las mujeres que lo hacen. De hecho, reconoce que antes de venir estaba preocupada por si era la única, así que coincidir con otra más, ha sido una alegría.

Ellos son tres de los 16 alumnos de la Escuela de Maquinistas de Miranda que empezaron ayer un curso que consta de 1.150 horas, de las cuales 250 serán de prácticas de conducción efectiva. Con esta promoción, este centro habrá formado a 183 alumnos desde el inicio de su actividad en 2010. Gente llegada a la ciudad de muy distintos puntos de España por un curso que, salvo aquí, tiene sus centros en capitales de provincia.

Retos que van a afrontar de la mano el Ayuntamiento, FAE, la Cámara de Comercio y la Fundación Caja de Burgos con un programa formativo con el que quieren brindar herramientas tanto a quienes ya están al frente de un negocio como a quienes se están planteando dar el paso de emprender.

Lo van a hacer en el marco del programa Miranda Comercio Activo, por el que la ciudad ha recibido 1,5 millones de fondos europeos y de los que se va a detraer una partida de 13.440 euros, que las arcas municipales completarán con 3.360 más, el 20%. En total, van a a ser 16.800 los que se van a destinar al desarrollo de tres cursos gratuitos, tal y como detalló el concejal de Promoción Económica, Miguel Ángel Adrián, que hizo un llamamiento público a todos los empresarios y minoristas a participar en una iniciativa que busca dar herramientas y conocimiento a los titulares de esas actividades.

«Este es un tiempo en el que es complejo sacar adelante un pequeño negocio» y en el que hay que hacer frente también a «la venta en canales digitales y en grandes empresas de distribución; que, en ocasiones, son una competencia difícil de sobrellevar», valoró.

El programa de formación lo arrancará la Cámara de Comercio con un curso centrado en los procesos administrativos, la contabilidad y las finanzas, que busca proporcionar conocimientos básicos para gestionar un negocio y tomar decisiones fundamentadas, aunque se siga contando con una gestoría o una asesoría, que se encargue de toda esta parte, como hacen la mayoría de los negocios de comercio y hostelería.

«Hay que poner medios, conocimiento y herramientas de apoyo para que se puedan superar los problemas del día a día que conlleva tener un negocio», apuntó el presidente cameral, Fernando Escobillas; porque, en su opinión, «en el pequeño comercio asistimos a más defunciones que nacimientos». De ahí la importancia de «cuidar lo que tenemos».

Y, en ese empeño de intentar llegar al mayor número de destinatarios, la entidad ha optado por centrar su formación entre las 15.00 y las 17.00 horas, para que no coincida con la actividad comercial.

Por su parte, FAE se va a centrar en abordar la sucesión empresarial como pieza clave para evitar que Miranda pierda una imagen característica y distintiva y su zona comercial no acabe siendo una copia más de cualquier otra ciudad llena de franquicias o cadenas.

«Tener comercios pequeños y singulares juega a favor de la ciudad. Hay que ayudar a que busquen la diferenciación y ponerla en valor», incidía la secretaria provincial de la entidad, Emiliana Molero; convencida que de esta manera también se contribuye a mejorar la competitividad, evitar el cierre de negocios y transmitir las ventajas de la sucesión».

Un capítulo, el de la transmisión de negocios, que Molero está convencida que hay que volver a impulsar, más allá de este curso, retomando en la ciudad la actividad de una oficina de transmisión que ya estuvo activa años atrás. «Hay que contribuir a que ningún negocio viable se cierre por falta de relevo».

Situado en la zona del PR-1, en los aledaños del Instituto Montes Obarenes, el nuevo local del cocinero más joven con Estrella Michelin aterriza en Miranda para sorprender a propios y a extraños. Su apertura, inicialmente, estaba prevista para abril, pero los siempre farragosos trámites han prolongado la espera hasta mediados de septiembre.

«El ticket medio irá de los 20 a los 40 euros por persona para que todo el mundo pueda disfrutar de la buena comida», explica serrano. A su vez, avanza que ‘Álex’ no va a erigirse en un simple restaurante más, sino que su leitmotiv ha de responder a un perfil multidisciplinar, tal y como su creador.

«Habrá música y todo tipo de exposiciones artísticas a lo largo del año. Queremos aunar a todo el mundo de la cultura para generar experiencias casual muy interesantes. Nosotros haremos el trabajo de búsqueda de los artistas, músicos, DJ´s y demás, para que todos los meses haya diferentes acciones en el nuevo restaurante», añade.

En este sentido, su segundo restaurante se enfocará en una Miranda mucho más industrial y en los viajes internacionales realizados por Serrano en los últimos tiempos. Experiencias que serán trasladadas a una carta informal diseñada para divertirse con los amigos en un día normal.

Cabe destacar que ‘Álex’ ha permitido que Serrano prácticamente duplique su plantilla, al sumar 6 nuevos empleados a su equipo de trabajo. De hecho, varios de sus escuderos más fieles se trasladarán al nuevo espacio gastronómico, diseñado por bov Estudio, para que el chef pueda seguir llevando las riendas de su buque insignia sin que su segundo establecimiento note su ausencia en determinados momentos.

Otra de las preguntas que se hacen los mirandeses gira en torno a los platos que se podrán comer en el restaurante. Sin querer desvelar todo el pastel, el cocinero aclara que serán platos mucho más informales que los del Restaurante Alejandro Serrano, pero con el mismo sello de identidad.

«Tendremos un menú del día a 19,50 euros entre semana. No vamos a cerrar ningún día, y sólo las noches del viernes y el sábado daremos servicio de cena también, además de comida. En fin de semana, habrá carta y otro menú de 35 euros. Va a ser una cocina abierta, en la que se usará mucho la brasa y el wok. Habrá recetas que hemos visto en todo el mundo, junto a otras tradicionales de la zona. Estará nuestro fish and chips, también nuestra ensaladilla rosa, en formato grande para compartir, y otros platos como las gambas a la plancha con el ravioli líquido».

La balanza se inclinará hacia una u otra titulación para finales de año o principio de 2025, como tarde. La decisión no se puede demorar más, de cara a que los responsables académicos cuenten con tiempo suficiente para redactar la memoria del grado y la documentación necesaria para solicitar ante la Junta de Castilla y León la autorización y la financiación para implantar una nueva carrera en Miranda. La segunda.

«El objetivo de la UBU es ir solicitando lo antes posible esa idea de crecimiento», apuntó la vicerrectora de Estudiantes y Extensión Universitaria, Verónica Calderón, tras dar la bienvenida a los 21 estudiantes matriculados este año en primero de Tecnologías Digitales para la Empresa que ya ayer mismo por la tarde empezaban las clases en el ala que la universidad ocupa en la segunda planta del ITM.

«Organizar un nuevo grado nunca es fácil porque hay que preparar una memoria, la tiene que verificar la Junta con los comités de evaluación; y, después, siempre queda alguna cuestión que resolver. Es algo que lleva su tiempo». Pero la UBU quiere «ver crecer el campus» mirandés (el primero fuera de la capital) en el corto plazo, así que tratará de «iniciar los trámites lo antes posible. Necesitamos el apoyo del Gobierno regional para hacer realidad esa petición de nuevos grados periféricos y masivos, que tengan mucho tirón y demanda social de cara a futuro».

Respaldo que tiene que ir de la mano con el del Ayuntamiento, porque donde está ahora la sede de la UBU la expansión es limitada. Ampliar pasa por «tener espacios para la universidad y para alojar a un buen número de estudiantes». Y es que está convencida la vicerrectora de que, a medio plazo, la ciudad podría acoger 400 o 500 alumnos.

«Estamos en un lugar estratégico. Tenemos muy cerca otras comunidades autónomas pequeñas y éste es un buen punto para atraer talento y tener mucha más masa crítica joven a la que captar y retener en el futuro», valoró.

De momento, lo que se ha hecho es poner la primera piedra, apostando por una ingeniería enfocada a atender la demanda de profesionales por parte de la industria de la ciudad. Estudios en los que este año se han matriculado 21 personas –58 presentaron la preinscripción–. Han quedado 4 plazas vacantes. Pero no es algo que preocupe especialmente a Calderón que tiene claro que «los comienzos siempre son difíciles hasta que la sociedad ve cómo es el grado, valora la mención dual (ya hay convenios firmados con 14 empresas donde los alumnos compaginará su formación académica a partir del próximo año), y conoce que la empleabilidad es fabulosa. Para nosotros es un orgullo haber podido arrancar y hacer realidad el campus de Miranda después de mucho tiempo pensándolo y entendiendo que era una buena idea como universidad y también de cara a la región y la provincia», zanjó.